Escuchar activamente es difícil, es una realidad. Pero no es imposible. Les cuento por qué y con esto abro el momento nerd-ñoño del día.
Oír no es lo mismo que escuchar. Oír es un proceso físico en el que interviene nuestro oído para luego procesar esos sonidos a nivel cerebral. Listo. Escuchar, es un proceso cognitivo, más cerca de lo intelectual y emocional que implica interpretar y dar sentido a eso que oímos.
En la práctica escuchar toma menos tiempo que hablar y ese tiempo que sobra (que es inconsciente para nosotros) lo ocupamos prestando atención a lo que ocurre alrededor (si, ese señor que lleva medias con ojotas) o pensando en otras cosas distintas a la situación (si, dejaste la ropa afuera y se largó a llover).
Técnicamente:
Mientras podemos emitir entre 100 y 200 palabras por minuto tenemos la capacidad de escuchar y procesar de 400 a 600 palabras en el mismo lapso de tiempo. Como la escucha ocurre más rápido, mientras lo hacemos el tiempo que sobra lo ocupamos con distracciones.
El truco? No, no hay. Sólo prestar atención. Permanecer enfocado es un hábito que se adquiere con la práctica y al que llegamos haciendo consciente el proceso de escuchar a quien nos está hablando.
Fin del momento nerd-ñoño del día.
Que tengas una linda jornada!