Las crisis de reputación generan mucho ruido desde que se desata el evento que les da origen hasta que el tema pierde relevancia en la agenda de los medios. Sin embargo, el proceso que la organización vive puertas adentro es distinto. Cómo es el impacto entre los trabajadores.
Hace un tiempo, más precisamente a mediados de 2015 con la crisis que sumergió la reputación de Volkswagen, les contaba en este post que la firma automotriz no sólo debía trabajar con fuerza hacia afuera, sino que además tuvo que afrontar el desafío de reconstruirse hacia adentro.
En una situación de crisis ocurre que se suele prestar más atención al impacto externo porque se lo dimensiona de otra manera: tiene un reflejo inmediato en las ventas (o temor de ello), por ejemplo. Pero en la práctica también generan crisis internas, con menor notoriedad porque no adquieren relevancia en los medios masivos (salvo que el origen de la misma haya sido desde el interior de la organización). Desde la comunicación, estos son los síntomas más inmediatos:
- Aumento del radiopasillo, ya que la conversación sale de los canales formales.
- Por su intento por mantener la dinámica interna los canales de comunicación formales comienzan a ser vistos con desconfianza.
- Cuestionamiento del liderazgo, no por responsabilidad propia, sino porque los mismos líderes pierden referencias.
Estos síntomas empeoran si la comunicación oficial demora en llegar o si falta un speech homogéneo que la contenga y comienzan a ganar terreno los rumores (y a propósito del rumoreo, si querés saber más leé esta nota).
Para no hacer de este post un testamento, queda para otro pensar en el impacto que tienen las crisis de reputación en aspectos como el Employee advocacy -AKA Programas de Empleados Embajadores de Marca- y los Programas de Referidos.
Gracias por leer. Un saludo!