No se puede comunicar lo que no existe

No me gusta comenzar mis post con un “no” pero es que justamente de esto se trata este artículo, de lo que no corresponde al comunicador ni al área de CI pero que en la práctica se le adjudica. Voy al grano: no es competencia exclusiva del área de Comunicaciones Internas la de generar las condiciones necesarias para un buen clima de trabajo.

Generar y mantener un buen clima interno es parte de la estrategia general de la organización y tiene como objetivo, generalmente, retener el talento, desarrollar su potencial y aumentar la productividad. Al no ser una actividad que forme parte del core business de la empresa, no tiene un área específica que le sea natural, justamente porque es quizá una de las tareas más integradoras a desarrollar. Sin embargo, suele “caer” en el área de CI por su versatilidad y llegada al público interno.

El diseño y la implementación de esa serie de condiciones (valoradas por el público interno) que apuntan a generar un clima de trabajo óptimo exige la participación de más de un sector: por lo general necesitamos que intervenga la Dirección y gerencias intermedias, las áreas blandas de RRHH (las vinculadas al talento y el desarrollo, por ejemplo) y el área de Comunicaciones Internas.

Ahora bien, una vez implementadas y comunicadas estas condiciones el mantenimiento del clima laboral óptimo se vuelve una tarea de toda la organización, pasa a ser una cuestión cultural. La sinergia se hace evidente en la dinámica del día a día y la aplicación debe ser coherente en toda la organización.

Por el contrario, si dejamos esta titánica tarea sólo en manos del área de Comunicaciones Internas sin el apoyo del resto de los sectores de la organización, tarde o temprano CI termina comunicando algo que no existe: no se puede comunicar un clima interno óptimo si no lo hay. Para el público será muy fácil contrastar lo que dicen los medios con la realidad que viven. El resultado es mucho más contraproducente, además de la pérdida de credibilidad del área de Comunicaciones.

Para finalizar, es importante tener en cuenta que la gestión del clima interno es una actividad que se concibe a partir de características cualitativas (luego podemos definir rasgos cuanti para medir y evaluar). Vivimos la era de la comunicación basada en experiencias, emociones e historias, fundamentales para conectarnos con nuestro público interno y con la marca.

¿Te animás a contar tu experiencia vinculada al clima interno en tu organización?