La queja hacia abajo, hacia el equipo, es una movida tribunera, que tiene como fin agradar y disimular el desagrado con algo con lo que al mismo tiempo no me comprometo a cambiar, porque queda allí, en ese simple momento de la queja y la catarsis.
La queja hacia arriba, hacia donde se toman las decisiones, se transforma en un pedido: cambiar algo que genera disconformidad. Pero no solemos quejarnos hacia arriba porque por lo general pensamos que “seguro que no me lo van a dar…” y queremos evitar ese rechazo.
Pero cuidado: también puede que imaginemos la situación opuesta y pensemos que “y qué pasa si me lo dan…” y me tengo que comprometer más aún. Yo que sólo quería quejarme un rato.
Qué opinión tenés del tema de la queja? Te leo en comentarios.